La Independencia de Colombia fue el proceso que marco el final del período de dominio del
Imperio español en el actual territorio colombiano. Dicho proceso se desarrolló en medio de un
conflicto entre 1810 y 1819 para liberar los territorios que en ese tiempo comprendían el
Virreinato de la Nueva Granada.
Un florero fue el detonante que desató el grito de independencia de Colombia el 20 de
julio de 1810. Tras más de tres siglos de conquista y colonia del imperio español, el sentimiento
independentista se extendió en América.
Durante la Colonia, hubo una presencia permanente de la Iglesia a través de un cura o clérigo en
cada ciudad, lo cual ponía a la religión en una posición de control político, no sólo espiritual.
La Iglesia Católica se propuso la evangelización de los pueblos indígenas, con el fin de
acabar con las que consideraban prácticas en honor al diablo. Para esto, se contó con la labor de
misioneros Franciscanos, Agustinos, Dominicos y, más tarde, Jesuitas, siendo los últimos
considerados como los únicos que realmente abogaron por un trato humano hacia el indígena.
En la época colonial, la Iglesia fue la principal acumuladora de riquezas, al tiempo que se
encargó de transmitir la cultura española a la población nativa, la Iglesia permaneció dictando las pautas morales de la sociedad, así como interviniendo en materia económica y política.
Durante la época colonial, los españoles eran la máxima autoridad en todos los aspectos. La
iglesia se encargaba de transmitir la cultura española a los indígenas, en tanto se esforzaba, la
mayoría de las veces, por romper con las costumbres y creencias nativas.
Debido a la explotación excesiva de los indígenas, se dio la llegada de mano de obra
esclava proveniente de África, con lo que se vinculó el componente afro a la cultura colonial,
completando el triángulo racial que daría como resultado la posterior población del país.
Durante la Independencia, por su parte, un sentimiento nacionalista arribó al país, y se levantaron las banderas de libertad e igualdad de la Revolución Francesa. El arte tomó un tono entre ilustrado y romántico, y se dio un intento por separar lo local de lo español, aunque de un modo u otro se preservó el vínculo con la
corona y los valores europeos.
Los principales temas que se trataron en esta etapa fueron la crónica urbana y la historia.
Historia: con el inicio del romance, fueron desarrollados los eventos históricos interpretados por
individuos históricos.
La crónica urbana: desconocieron el paisaje para exponer lo que sucedía en las nuevas
ciudades. El escándalo social fue su elemento principal." El carnero" es un ejemplo de estas obras
literarias.